Lo que sólo sabe el que enseña a hijos ajenos

    A propósito de la celebración el 15 de enero del día del maestro en Venezuela, es conveniente resaltar tan significativa fecha con una breve reseña histórica y lo que conlleva el Ser Maestro:

     El Presidente Medina Angarita decretó el 13 de enero de 1945 la celebración del Día del Maestro el 15 de enero de cada año, como un homenaje permanente a los educadores venezolanos. Esta celebración se trasladó en 1952 al 29 de noviembre, natalicio de Andrés Bello, por su condición de maestro del Libertador. A partir de 1959 se vuelve a la fecha fijada por Medina, la del 15 de enero. La idea inicial había surgido en el seno de la Primera Convención del Magisterio, celebrada en Caracas entre el 25 de agosto y el 5 de setiembre de 1936. Esta Asamblea soberana creó la Federación Venezolana de Maestros, cuyo primer Presidente fue Luis Beltrán Prieto Figueroa.

     La educación implica una tarea de liberación y de responsabilidad. El educador, según Cardenal (1977) tiene una irrenunciable misión de partero de la personalidad y del espíritu. Es alguien quien entiende y asume la transcendencia de su misión, consiente de que no se agota de impartir conocimiento o propiciar el desarrollo de habilidades y destrezas, sino que se dirige a formar personas, a enseñar a vivir en autenticidad, a brindar afecto, compartir alegrías, tristezas, saber lo que siente y pasa, las debilidades y fortalezas de cada uno de sus estudiantes; es sentir la vida misma en tender la mano a otros para ayudarlos a levantarse por las sendas de la vida. Es Educar personas autónomas y solidarias, dar la mano y ofrecer los ojos para que los estudiantes puedan mirarse en ellos, verse hermosos y queridos de modo que puedan mirar a los demás y a la realidad sin miedo.

       El educador con vocación está dispuesto  no sólo a dar tiempo, dar clases de diferentes asignaturas, sino a darse en su misión.

 Felicidades a todos los Educadores de corazón..